Quinto Beatle

Soy la salvia seca en la armónica de Love Me Do, Yoko a cuato patas ladrando como en Hey Bulldog. Los aires de diva de Mccartney, el cáncer de Harrison, la morsa, las amenazas del KKK, Polythene Pam y el grito que rompe en Hey Jude. Cabrón, yo sí que soy más grande que Jesús; soy Nowhere Man esperando la muerte en la entrada del hotel, el ruido de The Cavern, el pico de heroína tras escribir Dear Prudence. Los viajes a la India y el fin del mundo en A Day in My life, las psicofonías de Strawberry Fields y las cenizas de Lennon sobre el piano de Imagine. El gemelo bueno de los Rolling, la agonía en Oh Darling!, la orgía tras el videoclip de Something. Soy los traumas infantiles, la obsesión de Liam Gallagher, y Dylan pasándome la maría. La conspiración contra Nixon y Vietnam, la neurosis de Chapman; soy el quinto Beatle y aún sigo fumao' en los lavabos de Buckingham.