martes, 27 de mayo de 2014

'Poema Chicle y Defensa de Tribunal'

'El Poema Chicle'
Éste es el poema chicle
cógelo, quita el envoltorio
y mastica las palabras,
tiernas, plásticas
suaves, de alquitrán.
Mueve la lengua
como una madre desfogada,
con calma
con gracia,
y cuidado,
se te puede atragantar.
Digiere, toca el sabor,
baña en saliva
las rimas, 
los símiles,
los signos de puntuación.
Haz pompas
échale coca
paséalo entre los dientes
regurgítalo,
piensa que es un clítoris
o escúpelo si no te divierte,
pero es tuyo, cógelo.
Masca, despacio
disimuladamente
o con la boca abierta,
como una vaca rumiante
o un accidente vulgar.
Éste es el poema chicle,
sin colorantes ni azúcar,
ni sabor, ni control de sanidad.
Pegajoso, insípido y polvoriento
como un político que no dimite
un recetario de anorexia, un testamento,
un cáncer por diagnosticar.
Es éste el poema chicle,
si preguntan disimula
no me conoces,
y no te olvides de pagar.


'Defensa ante Tribunal'
- En mi defensa le diré, señor juez, que esas miradas penetrantes, violentas, de arriba a abajo que echamos es lo más parecido que ha logrado la raza humana en su evolución a olfatearnos el culo como los perros. Y no digo que esté mal, ojo, no me parece la mejor manera para empezarnos a relacionar meter la nariz entre las nalgas, para eso existe el lenguaje; pero sí es verdad que la cosa se complicó realmente cuando yo, recién salido de la discoteca, no sabía hablar, y ella... bueno, ella sí era una perra. 

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