miércoles, 7 de mayo de 2014

Aire,agua,miel y té

  Aire, agua, miel y té




Era dulce y encantadora
tentaba a la vida con sus ojos
dormía el dolor con los soplos
de su corazón descontrolado

Su piel era como el jazmín
de un blanco inmaculado
y tostado suave lucía
mechones a ambos lados

Nunca le importó el dinero
pues tan solo era dinero
siempre quiso amor sincero
y un paseo por el campo

Su pasión se transformaba
en versos de lineas torcidas
con pulso sin calibrado
enrojecía a la galería

Su voz no era voz, sino canto
un delirio  acompasado
de   una tardía primavera
que llega, pero con retraso
como el rocío de sus cabellos
las noches tirada al raso
contando estrellas y estelas
de esas que no vio en su cuarto

Despertaba fragancias dormidas
luciendo en su cuello su encanto
tomando el sol y la vida
como un ciego, tomando una mano

Un día llegué, y estaba dormida
sus ojos cerrados callaron su canto
su pecho subía y se arrepentía
un latido lejano, cortó mi razón
maldita la hora de mi cortesía
¿que dedos malvados, aprietan la flor
que tan dentro suya crecía en armonía?
brillando en su oscuro y perverso temor
de un día despierta y otro dormida

Tocaba el piano con mil melodías
besaba las nubes con su acordeón
tomo mis halagos, en cuenta bendita
caí en su letargo de eterna pasión

Morí, muerto, dos veces, si ella se iba
crié malvas, altas, de malos presagios
tiré del tintero, un trozo de vida
partí mis dibujos con su sonrisa
quemé sentimientos con una antorcha
de fuego y veneno de las negras rosas
volví somnoliento de un funeral
que no me tocaba hasta  la otra vida
pensé que volviera, pero fue mi ilusión
de verla sin cables, y sin heridas

Ahora que el tiempo me ha envejecido
tus años conmigo, siempre acabaron
traté de guardarme un poco del halo
que tus pulmones un día sepultaron
No habrá verano sin tus caderas
eterno el invierno para mis jergas
grabaste tu llama a fuego en mi mente
me pierdo y me encuentro como un delincuente

Soy un limonero enfermo
al que le falta el sol
al que le falta la lluvia,
al que le falta los dos
Tomaste mi mano, por algunos años
pero te llevaste, contigo, mi juventud
alargo el pesar de ser tu epitafio
conmigo tus besos, calaron bien bajo
los huesos gastados de un preso dormido
que solo un canario despierta el domingo

Villagrán14
















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