El Domador de las Bestias.
Nadan peces de colores en una pecera, sobre la mesa,
en el despacho sobre la cima de un edificio
exorbitantemente alto, en un mar de arena.
Construyen bombas para alimentar las bocas de las
guerras y no de las personas.
Y no se darán cuenta hasta que en su última bocanada
de oxígeno molecular,
a través de un respirador artificial, en una cama de
la seda más valorada del mundo,
que vivieron una vida más vacía que las botellas de
champán que dejaron,
mientras brindaban el nuevo aparcamiento en medio del
Amazonas.
Frío, mojado bajo la lluvia, el huérfano apura la
lata de Whiskas,
que los gatos de raza coman mejor que muchas
personas con rezos,
otorga la condición de éstas peor que infrahumana,
infraanimal.
Y es que si nuestra valoración de la vida humana
sigue así,
Mereceremos la calificación de germen erradicable.
Chris
P.J.
Me gusta mucho tío!!
ResponderEliminarsobre todo lo de la lata de Whiskas