Our wasted time
9º parte
Our wasted time soundtrack-The last breath
Our wasted time soundtrack-The last breath
Son las nueve de la noche, Sharon
y Ariel están plantados delante de la puerta de la habitación de su madre,
ahora se encuentran en la sala del Proactive
Sleep, el pasillo es verde pistacho, las puertas están cerradas herméticamente
y hay una cristalera de un metro cuadrado aproximadamente a la derecha de cada
una. Ésta es la única vía de visión que hay desde el pasillo hacia dentro de la habitación, dentro
de la misma, la Señora Rachel es preparada para su viaje onírico definitivo.
Un
equipo de tres personas se encarga de prepararlo todo, diferentes botes
empiezan a colgar, vaciando sus contenidos hacia el interior de las venas de la
Señora Rachel, una cara tóxica y fatigada se le dibuja en el rostro y una lenta
catatonia, empieza a apoderarse de su cuerpo, sin prisa pero sin pausa. El
equipo ha abandonado por completo la habitación, un complejo sistema de cables,
sondas, respiradores y diferentes entubaciones rodean su cama. Por el pasillo
se acerca el Señor Robert, el cual a juzgar por las apariencias, trae cara de
haber preparado todo para la puesta en marcha del Proactive Sleep.
—
¿Están preparados?, todo está listo. Hemos
personalizado, el medio de la habitación a seco cálido y con pequeños niveles
de humedad, principalmente lo hemos inspirado en el clima mediterráneo. La
selección auditiva también ha sido preparada, ésta se reproducirá cada 12
horas, el resto del tiempo, se emitirán leves frecuencias, que junto con el
silencio, nos facilitará la activación de diversas zonas sensibles del cerebro,
imprescindible para el proceso, si no tienen ninguna duda más, podemos comenzar
Las luces de la habitación
cambian drásticamente, se mancha todo de
un azul suave, mezclado con naranjas que se tornan amarillos de vez en cuando.
El doctor Robert presiona un dispositivo, a primera vista, oculto en la pared,
y aparece una pequeña caja con protección transparente, en su interior, un
botón azul reluce impaciente.
—
¿Qué es eso?
—
Esto de aquí no es más que el dispositivo
destinado a la activación del sueño definitivo de su madre, verán creemos que,
los familiares deben ser los últimos intermediarios entre, el Proactive Sleep y el paciente, así que
aquí tienen, para activarlo todo han de pulsar el botón
—
Deacuerdo ¿Ariel, quieres pulsarlo tú?
—
No estoy seguro, ¿Porqué yo?, es una gran
responsabilidad
—
Alguien tiene que hacerlo— intervino el Señor
Robert
—
Los dejaré a solas, para que tomen la decisión,
una vez que hayan pulsado el botón, la cámara donde se encuentra, volverá a
cerrarse nuevamente. Podrán encontrarme en la recepción de ésta misma sala al
fondo a la derecha, mis más sinceros deseos
Ariel y Sharon se quedan mirando el botón, no saben qué
hacer, tanto uno como el otro desean acabar con esta situación lo antes
posible, pero ambos saben que ese botón, implica muchas más cosas, la vida de
una persona está en juego, la vida de su propia madre. Si bien es cierto, ésta
es la única salida que les queda, es algo así como una mentira piadosa, de cara
a las circunstancias.
—
Lo reconozco, tengo miedo y soy un cobarde, no
puedo hacerlo, me puede Sharon, todo esto me puede demasiado, es superior a mí…!no
puedo pulsar ese botón!
—
Lo sé Ariel, siempre lo supe, no tienes por qué
preocuparte, reconocer la debilidad no es malo—Profirió meditabunda, con los
ojos fijos en el botón y casi ignorándole con los sentidos
—
Nadie te culpa Ariel, pero tienes que comprender
que siempre tiene que haber alguien más fuerte que otro, tú en este caso, eres
la parte débil de la situación, pero no importa, yo lo haré, siempre pensé que
algún día todo esto caería sobre mí, pero no te preocupes, llevo años asimilándolo.
Sharon, Sharon tiene que hacer que todo vaya bien…que así sea
—
¡Yo debía ser esa parte fuerte lo sé!, no tienes
por qué recordármelo constantemente, pero no puedo cargar con eso, no puedo
cerrarle los ojos a mamá…no
—
Vale…ya está, lo haré…
Sharon se vuelve hacia su madre, la cual medio sedada, lucha
tímidamente por mantener los párpados abiertos, su respiración se va haciendo cada
vez más profunda, y un sinfín de sentimientos se disparan entre Sharon y La Señora
Rachel, la desolación es más que evidente, las lágrimas corren por las mejillas
de Ariel, el cual trata de mantener la compostura en la medida de lo posible.
Sharon parece mantener un diálogo con los ojos de su madre, de vez en cuando
mueve los labios, como si de verdad estuviesen hablando. Hay algo en Sharon que
la mantiene fría y seca, pero ni si quiera ella lo sabe. Sorprendentemente una
chispa de cercanía, derrumba sus barreras y la derriba.
—
Ariel ven aquí…—Medio suplica sollozando
—
¿Por qué? No quiero, ya te lo he dicho…
—
Si no hacemos esto juntos, nos pasaremos lo que
queda de vida como nos la hemos pasado hasta ahora,
—
¿Cómo?
—
Machacándonos mutuamente y tratando de
encontrar, constantemente un culpable…no podemos hacer esto separados, no es
algo que se pueda elegir…Ariel por favor te lo pido, no me abandones y menos en
esto
Ariel se acerca a su hermana y dándole
la mano, ésta la agarra con fuerza, lentamente, con lágrimas brotando sin
parar, y las miradas fijas en su madre a través del cristal, acercan las manos
unidas al botón.
—
Adiós mamá— Sentenció Sharon, que junto con la
mano de su hermano presionó definitivamente el botón.
Súbitamente los ojos de la Señora Rachel se cierran para no
volverse a abrirse más, y junto con éstos, el botón también lo hace, y se queda
de nuevo sellado dentro de su cobertura de cristal.
Un motor comienza a andar, y puede observarse como justo
detrás de la activación de éste, los tubos a los que está conectada la Señora
Rachel comienzan a suministrarle el nuevo canal de respiración, sus pulmones se
elevan y bajan con ritmo, pero plácidamente, ninguna parte de su cuerpo
presenta tensión, todo conforma una completa relajación general.
—
Te he visto mover los labios… ¿Qué le decías?
—
Que la quería…—contestó Sharon al poco
Después de reinar otra vez el silencio, Ariel propone a
Sharon que se vayan, diez minutos después de despedirse del señor Robert y el
personal, Ariel y Sharon están montados
en el coche, Ariel deja a Sharon en casa de su madre para que recoja el coche.
Él vuelve a su piso, con la mente centrada en dejar de llorar, una vez allí, se tumba en el sofá y deja que la televisión haga el resto.
Él vuelve a su piso, con la mente centrada en dejar de llorar, una vez allí, se tumba en el sofá y deja que la televisión haga el resto.
Villagrán14
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