‘Trozo de carne’
Como todas las leyendas, mi vida es una mentira. Sobrevivo tan ocupado
que no recuerdo la pre-ocupación. Me explico, aunque mi endocrino no quiera que
use comparaciones con la comida (algo en lo que difiere mi psiquiatra), imaginen
un sándwich cuyos panes son el miedo y el deseo, y dentro, un trozo de carne
que se retuerce por querer saber su sabor, por devorarse a sí mismo supongo. Esa
es mi vida, con sus adornos que molestan y sus molestias que adornan, algo así como
un ególatra suicida con hogar en una zanja; un salto desde la torre más alta
hacia un mundo por acolchar. Tengo una vida de pega(s), inherente a un sentido
de culpabilidad por estar vivo sin saber cómo, al deseo de dejar de sufrir por
algo que ni siquiera duele.
Y por eso, entiéndanlo y no se lo tomen a mal, pero les odio. Y
prefiero una canción a cualquier conversación, agachar la mirada a levantar la
mano. Y si tengo que cambiarme de acera para no saludarle, no lo dudo, no me
mire. En mi agujero sólo quepo yo, en mi hambre mando yo; no necesito que me
enseñen en qué consiste la Primavera durante la guerra ni a qué huelen las
nubes o el napalm.
De nada vale luchar contra los demás si aún no se vence a uno mismo, y
ese ‘yo’ mío, el muy cabrón debe ser agonizantemente inmortal, objetivamente
inmoral. Y no crean, que lo intento, que busco vivir de una manera ‘normal’, como
si el amor le hiciera un favor a la existencia o el arte consistiera en salvar
la vida y ésta en guardar al arte, pero ni por esas, la única solución que
encuentro a la vida es no vivir. Será
que la muerte me rehuye y la me vida me tiene manía, que la mentira es la parte
más útil de la verdad, que más eficiente es manipular que prohibir… Pero habrá
que conformarse con vivir y creerse especial, ser inmortal hasta que se
demuestre lo contrario.
Puede incluso que tengan razón en un mundo donde más importa la
cabellera que la cabeza y realmente me
gusta no querer ser quién soy, que no soy un sociópata sino un infeliz.
‘Amor’
Amor, haces que vivir canse y la vida no tanto, que para los buenos
amantes el cuerpo sea un ‘rasca y gana’, una bengala para el náufrago, una
resaca para el cura. Que resuelva mis complejos antes que la tensión sexual con
Carmela Soprano, que odiemos los números impares, el sexo sea un hobby e
idolatremos al plástico. Hace que los gemidos tapen los ronquidos, que del roce
nazca el cariño, el sudor y los sonidos siempre que acabamos con los pantalones
por los tobillos. Que rebosen las arcas, amor sólo tú haces que mi semen no se
fabrique para otras marcas.
‘Dormir‘
El madrugón para trabajar, la cafetera estropeada, la insinuación
machista, la hipoteca, la guerra en Siria, el mendigo de la plaza, el negocio
del arte, la mafia de la política, la amistad online, las películas de la tele,
la gente que anda lento por la calle, la corrupción en España, la moda, el
paro, el descenso a segunda, la rutina, el precio de la cultura, el insomnio, el
spoiler de tu serie favorita, la metástasis en el cerebro, el tiro en la
cabeza, la soledad, la mancha que no sale, la tauromaquia, los pro-vida, la
rima que no convence, el suspenso, la sequía sexual, la religión, la depresión,
los traumas, la comida sosa, los recortes en sanidad, los granos, la
drogadicción, la ablación de clítoris, la piel de naranja, el nazismo, las
frases autocomplacientes, los espasmos en la cocina, la discriminación racial, el
móvil sin batería, la nevera vacía, los seguidores de Cristo y la madre que lo
parió… Pero tranquilos, ya me voy a
dormir. Sólo pido una cosa: Ni se le ocurre a Dios despertarme cuando muera.
Juan Íñigo Gil
Marzo14
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