lunes, 10 de marzo de 2014

Our wasted time 10º parte

Our wasted time 
10º parte 

Segundo capítulo
Our wasted time Soundtrack



El agua no termina de estar fría, y el sol luce resplandeciente. Una ligera brisa veraniega corre por todos lados y el olor a piña recién cortada, se expande por el ambiente. Las olas se mecen al ritmo del viento con perfecta sincronía, y el vaivén de sus movimientos va dejando un rastro de espuma de un blanco inmaculado en forma de ondas.

El fondo del mar puede vislumbrarse con perfecta claridad, el agua es transparente con ligeros toques verdosos claros y añil, pequeños peces muy finos y anchos, con colores planos  brillantes, se mueven inquietos de un lado para otro. Hay una parte de la orilla que emerge ligeramente por encima del oleaje, sobre ella, dos frondosas palmeras cocoteras con sus respectivos frutos proyectan una amplia sombra, que permite el reposo y la tranquilidad.

En el cielo hay muy pocas nubes, y éste luce un azul limpio.

      ¿Te apetece darte un baño? El agua parece tener buena temperatura hoy

     Bah…estoy tan bien aquí tirada…que vas a tener que arrastrarme—dijo mientras se estiraba

     Como quieras entonces…

Se levanta rápidamente y la coge por los tobillos con fuerza, tanto, que casi se la hecha a la espalda

     ¡He!, ¡Que era tan solo una broma!

Haciendo caso omiso de sus palabras la sigue arrastrando, y cuando llega cerca de la orilla la coge en brazos y corre hacia el agua.

     ¡Estás completamente loco!— dijo entre carcajadas

     ¡Tú solita te lo has buscado!

Y dicho esto, ambos se precipitan en el agua, las gotas saladas saltan, mientras la luz las atraviesa y crea pequeños reflejos cromáticos en su interior, bajo el agua ambos se miran entre la espuma del chapuzón, en un afán de comunicarse con ininteligibles palabras y gestos, ella comienza a bucear alejándose con rapidez, él no tarda en seguirla dando grandes brazadas bajo el agua y espantando a cualquier pececillo que se cruce a su paso.

Consigue salir del agua y dejarlo atrás con suma facilidad.

     ¡Pero qué lento eres! ¡Me lo pones demasiado fácil! ¡Hasta un crío podría escaparse de ti!
Mientras en la orilla, y revolviéndose sobre sí mismo, a duras penas consigue salir del agua y lanzarse a la carrera de nuevo, pero ni tan siquiera habiendo recorrido dos metros vuelve a caerse, ha pisado una gran piedra lisa y de color teja, ésta esta tan desgastada que en cuanto ha puesto el pie sobre ella, lo ha precipitado contra el suelo, como si de un patín se tratara.

Tumbado boca arriba y caído de bruces, se da por vencido y trata de hacer volver su respiración a la calma. Ella sin embargo, se acerca a la mesa y coge una rodaja de piña cortada, le da un bocado y vuelve hacia él. Aparece mirándolo desde arriba y por detrás.

     ¡Qué torpe eres! , mírate ahí tirado…te has llenado la cara de arena

     Estaría bien que me ayudaras a levantar

     No ,! es más divertido verte lleno de barro!— se mofó graciosa

     Venga ayúdame, estoy rendido, tú ganas ¿Vale?

     ¡No! ¿Quieres piña?

     No, ¡no quiero piña, ayúdame a levantarme por favor!

Se come el trozo de piña y se agacha lentamente, mientras, le limpia el barro de los labios  y le dice:

     Bueno pues te quedas sin piña, pero eso sí, te vas a llevar un beso

Le besa con lentitud y palpando que no haya restos de arena sobre su boca

     Te saben los labios a piña

     Claro idiota, acabo de comer piña

     ¿Qué te apetece hacer ahora? ¿Paseamos?

     ¡Sí me encantaría!

     Low battery

     ¿Qué?

     Que me encan…low battery

     ¿Low battery? Ho no…

Una voz electrónica comienza a sonar y repite constantemente “Low battery” , los colores se van difuminando y todo se empieza a volver negro, no se escucha nada. Ya no hay isla, no hay mar, no hay piña cortada, no hay pececitos, no hay arena, ni labios manchados, ya no está ella.

     ¡Qué mal…! Tengo que cargar de nuevo las gafas, justo ahora, qué lástima…

     ¡Low battery! ¡Low battery!

     Dios que pesadilla...— se levantó de la cama y cerró el programa del ordenador que emitía aquel estridente aviso

     Ya está. ¡Uf ¡ son las diez, debería comenzar a vestirme para ir al colegio

Marvin, es un chico de dieciséis años, que ha caído de lleno en la intrascendente y asocial vida del  año 2036, pertenece al rango número dos del estatus social y ni siente ni padece. Se podría decir que la “vida” como tal, que él conoce, no le supone ningún tipo de aliciente. Sus días trascurren, entre su aburrida realidad exterior y la realidad de las Virtual life, éstas últimas son un regalo de cumpleaños, que le hicieron sus padres, si bien, es trabajador, pero sería difícil destacar  alguna que otra facultad más en él. Siente una profunda pasión, por encerrarse en otro mundo ajeno a su realidad, hasta cierto punto sería comprensible, puesto  que siendo ciudadano del estatus número dos, las opciones sociales son mínimas. Se podría decir que las personas no sienten ningún tipo de atracción por hablar con otras personas, ese concepto sobra en estos tiempos. Su mente se ha encelado tanto con esas gafas, que lo más parecido al contacto, carne con carne, con una chica, se ha reducido a eso, a las Virtual life.

Villagrán14


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