Wendy te odio - Wendy me odias
Cinco paredes le han pegado una paliza a mis manos, mientras
estas chillaban, que por favor parasen su incontrolable violencia, profundos
moratones entonan frases para evidenciarlo. No sé si Wendy quiere verme hoy, no
se sí Wendy está de humor para contarme otra de sus historias, la última vez me
dijo “ hey espera, tengo una nueva queja”, así que la dejé dormir un poco más,
liada entre las sábanas de mi cama. Pero hoy no, ambos nos necesitamos.
Tengo miedo de que vuelva a enfadarse, tengo miedo de que
vuelva a gritar hasta quedarse muda, pero me da igual, su cabeza ya reposa
en mi abdomen, y siento como el latido de mi corazón se enrabia contra ella, no
podría decirte si ella me buscó a mí, o yo a ella, da igual, siempre me pegó
bocados en los dedos con sus finos cabellos.
El techo de la habitación está manchado de odio, no importa,
siempre seguirá así, sería extraño que no lo estuviera, te acostumbras al color
blanco, al vacio de su textura, al desencanto de sus formas y sobre todo a él
danzar de los fotones sobre él. Sé que Wendy
está cansada, ayer fumamos marihuana juntos, y eso la agota más todavía, lo sé.
Ayer fue un martes marrón para los dos, estábamos discutiendo en Do menor y me arrancó
el alma una vez más, partió mi voz, y yo la partí a ella, siempre fue humilde y
otoñal, nunca trató de destacar, pero yo la incitaba a pensar, a rajar el aire
con su voz, la incitaba a formar parte de mi odio, la incitaba a recibir mis
golpes. Quise evitarlo, pero es demasiado exótica, me atrae, me llama y voy,
siempre empezamos hablando, pero es inevitable chillar.
No sé si me ha perdonado, no me importa, ahora la acaricio
con la fragancia inconfundible del mayor séptima y parece tranquilizarse, se que
Wendy tiene miedo de salir ahí fuera, y que algún subnormal bajado de tono intente
someterla a un estúpido análisis, que solo hará que su creatividad se reduzca,
pero es fuerte, al menos eso es lo que me cuenta ella, a veces llegó a pensar,
que todo mi dolor es su dolor, y que cuando uno de los dos calla el otro habla.
Seguramente se esté preguntando porque intento hablar con
ella, cuando ya ha amanecido, y el sol no ha pillado bailando nuestro vals
personal una vez más, apuesto a que Wendy también piensa que el mundo es una
mierda, por eso últimamente sus palabras se distorsionan en el ambiente, pero
da igual, es perfecto, es perfecta, somos perfectos, llorar juntos nunca fue tan
bello. Sé que morirá conmigo, si no la destrozo antes.
Villagrán14
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