“Notas verídicas a tiempo real de un acosador enfermo”
Se le ve bastante tonta, nada que no pueda curar, o al menos merecer la pena, una sonrisa bonita. Jersey de lana en Abril, mangas remangadas, bolso de cuero, deportivas y gafas de sol. Joven pero interesante, con tripilla amable y los labios no muy bien pintados. Está pisando una mierda y no se da cuenta, sigue ocupada mirando al frente, mano en la barbilla bajo un sol naranja. Sonriendo, palurdamente feliz. No consigo imaginarla sin las gafas ni esa sonrisa, (qué sonrisa), sería, supongo, como robarle la inocencia a un niño, el alpiste a un cuervo. De manos finas, casi de niña y que mueve rítmicamente, sonriendo de manera tonta, mirando no se qué. De vez en cuando asiente con la cabeza, se recoloca el moño y se muerde los dedos, en ese orden. Saca una botella del bolso, bebe, sexy si no tienes un gran listón, y se le derrama agua por el pecho. Psicomotriz baja, escote mojado. Se da la vuelta, y se me desploman los ojos a media cintura, entre una espalda lisa y unas piernas no muy largas. Arriba, por encima de su nuca, de donde nacen pelos castaños mal sueltos del moño, se dibuja el humo de un cigarro que acaba de prender y decora con tos infantil. Idiotamente bella. Deberían verla, enserio, qué sonrisa, qué estilo, qué tontería, es como mirar a una niña disfrutar chupando un Calipo. Casi místico. Seguramente Dios la hiciera en un alarde bipolar, en un chiste malintencionado que ni él mismo pilló. La creó, seguro, siendo de derechas, en una paja con la izquierda.
'Recuento'
Me quedan, como siempre, los acordes, las riñas y los frenos
el barro, los gritos, las cenizas haciendo piña en el cenicero,
el sarro, los grillos, el morbo gratuito en la televisión,
el rincón como centro y la piedra con la que tropezar la del mechero.
Quedan rastros, restos, riesgos y el embargue del tesoro,
suegra, soga, sombra y sombrero
poetas, pintas, putas, y prisioneros,
y sin embargo, por más que recuento y lo niego, amor,
ya no me quedan palabras para ocultarte que te quiero.
'El Encuentro'
El sol tuesta su espalda desnuda,
me acerco a ella: sudor frío, piel caliente.
La garganta se anuda y el pelo se empalma,
la espalda roja, el tanga verde.
Le toco el hombro y el cuerpo gira ágil,
dócil, fácil, inteligente.
'¿Qué quieres?'
'Sexo y después siesta'.
Mamá me mira y me responde, honesta,
bajándose el bañador,
'Que sea, hijito, la última vez por hoy,
tienes que superar tu complejo de Edipo'
'La Cita'
No me extrañé demasiado cuando en la ducha, enjabonándome la espalda, mi brazo derecho, de repente se cayó. Al fin y al cabo bien claro lo ponía el bote de la medicación, 'Alerta: Pueden caerse miembros'. No me preocupé mucho la verdad, soy zurdo y aún me quedaba el brazo bueno. Además, a mis amigos les pasó igual y al principio choca, pero uno se acostumbra enseguida. Distinto fue cuando en el desayuno mi nariz se desprendió en el bol de cereales, manchando de leche toda la cocina. Me acojoné, la verdad, pero qué iba a hacer, acabé comiéndomela, total, perdí el gusto cuando la nariz decidió independizarse. Y gracias doy de que en ese momento estaba solo, qué vergüenza, el Lunes, en el concierto, al lado de los altavoces bailando se me cayeron las orejas y claro, uno las da por perdido cuando las pisotean una manada de punkies bailando ska. Suerte que domino el lenguaje de signos. Ese día además fue redondo, de vuelta a casa mi pierna izquierda decidió quedarse en el ascensor e iba, como Hansel y Gretel, marcando el camino con los pelos, dientes y uñas que se iban desprendiendo de mi cuerpo. Todo un galán. Hasta las pecas se me han caído y ahora decoran la alfombra y el ombligo andando por el parque, sobre un hormiguero, es ahora piscina de bichos. He perdido también los dedos, no sé dónde y he empapelado la ciudad con carteles con fotos sobre '¿Ha visto estos dedos?'. Tampoco me preocupa mucho, no creas, apenas duele y he leído por Internet que puede volver a crecer. Es lo que tiene la medicina moderna supongo, que para curar 'x' tienes que acabar con 'y'. Y realmente funciona ¿eh?, los análisis dicen que el cáncer de próstata cae en picado, literalmente, así que pronto estaré curado. Lo que no entiendo es que también se use en los transplantes de cambio de sexo, ya sabes, para quitarte el rabo y esas cosas. Es lo que me faltaba por ver, un travesti malforme, a lo Almodóvar... Y aquí y así me ves, cojo, manco, calvo, sin orejas ni uñas ni dedos, como un muñeco de trapo, como un chiste sin acabar. Pero queriéndote, a ti y tu aceptación de mi forma. Siento que nuestra primera cita tras meses de chat sea en estas condiciones, pero tranquila, sigo con mis modales, carisma, gustos, humor y además, con los genitales bien puestos, aguantando. Es por eso por lo que te he traído a este restaurante caro y con facilidades para minusválidos, para agradecerte tu comprensión. Ven dame un beso... Cariño, te... ¿te faltan dientes en la boca?¿Y las pestañas?¿¡Y las orejas!?
'De cine: El Porno'
Triste, si mi vida fuera una porno, sería un corto. Y un monólogo, en blanco y negro, y mudo. Y al final se vería que todo ha sido un sueño.
Juan Íñigo Gil
Abril14
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