jueves, 16 de octubre de 2014

'La Autobiografía, la Antibiblia y el Suicidio'

'Antibiblia'
La pregunta realmente importante no es si Dios existe, sino si el hombre necesita a Dios. En ambos casos la respuesta es clara, y en mi caso, excluyente. Para resumir, digamos algo así como que cuando la fe llamó a mi vida saltó el buzón de voz, o que gracias a Dios (aún) no he tenido que creer en él por más de media hora. Las razones, más que obvias son tristes, pero podemos concretarlas en que mi ateísmo se fundamenta en que soy mi propio Dios. Además, no quisiera yo ninguna moral que me tache el derecho a odiar ni ninguna deidad que me perdone, me azote o me salve cuando todo se ponga mal. No, por Dios, para eso ya está el amor (y en última instancia mi psiquiatra). Digamos también que dejar de existir forma parte de mis planes, que ya tengo quien me robe; que arrodillarse ante algo o alguien sólo entra en mis planes si forma parte de alguna postura sexual. Digamos que no creo, que me sobra con Pink Floyd, que no quiero ninguna hipoteca moral ni ninguna fiebre metódica; digamos, a fin de cuentas, que si Dios es la respuesta, la pregunta era retórica.

Ante Dios uno puede someterse o sublevarse. En ambos casos sólo se puede perder.



'Autobiografía II'
La vida es salir de una vagina para buscar otras donde volver a meterse.



'Suicidio'
Sólo hay dos formas de construir el futuro: una es olvidando el pasado, la otra destruyendo el presente; y yo siempre tuve buena memoria.



'Objetivo Vital'
20 años y por fin sé qué quiero hacer en la vida. El ridículo.




Juan Íñigo
Octubre14

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