lunes, 9 de septiembre de 2013

Deséame

Querido almirante, tierra a la vista,
desvestidos bustos veteranos, buscan las manos,
de buen exprimidor, cercano,
que sepa manejar tal par,
con la habilidad y precisión que se merecen.

Y así comienza la danza de la grulla:
-Cariño ¿Sabes? Soy toda tuya.
La libido arremete contra mis pelotas,
y el ser salvaje que en mi interior habita
retoma los versos mareados que escupe mi boca

Ámame, bájatelas corriendo,
difícil elección, la posición,
mi erección en explosión,
házmelo intenso, juguemos al kamasutra lento.

En fin, al fin, sexo sin fin
con o sin, contra la pared, confidencial,
sintiendo ganas de experimentar:
Como una fiera, en la encimera, como un animal, en el portal;
batamos un duelo en el suelo del cielo.

Y en el suelo quedan mis dudas, mis temores,
mi éxtasis se mantiene, entre orgasmos y temblores.
Pasión es poder, poder amarnos, mi lema,
los muelles de la cama, el portal,
que nos lleva, entre chirridos, de paseo por el firmamento.


Deséame.



Nota del autor: pseudo-poema perverso, pervertido, perturbador, pernicioso, perdonadme.

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