miércoles, 18 de septiembre de 2013

Como las cejas de Jack Nicholson

Ahora que me aburre la vida, se encarece el tabaco y la poesía me cansa, he llegado a la conclusión de que estaría bien que la vida fuera al revés:
Que las putas fueran gratis, comer adelgace  y mis poemas enamoren.
Que Gandolfini siga vivo, Sevilla sea bonita y consiga olvidarte.
Ojalá Jescuristo adicto y tu madre en el ejército, que Dios se rindiera y el sexo fuera moneda de cambio.

Una orgía de suicidas, que follara más que escribo y que ambas cosas fueran efectivas; que tu hermana no fuera tan puta.
Espero así que papi te siga curando las heridas y tu madre la siga chupando igual.
Que las mentiras sean mentiras o al menos entretengan y Walter White sea mi padre.
Tomen buena nota, Pulp Fiction cuento Dysney, que la muerte fuera muda, o al menos no tan cara y ya de paso, que aprendiera a rimar, puta.

Ojalá cobrara por pajas y no me hubiera hecho la cobra de la lagarta de tu hermana.
Rezo por algún rapero con baja autoestima, un político ahorcado o alguna puta sin tu apellido; que la sangre fuera mermelada, la nieve coca y tu hermana menos furcia.

Sería genial no haberme conocido, o al menos, no arrepentirme de ello; no haber escrito esta mierda. Se agradecería algún médico humilde y a Poe eufórico, Bush y Osama jugando al twister. Ojalá los monstruos no(s) reinaran; huelga de ranas o que el Sol pidiera razones.

Le veo futuro: Aféitate el coño como las cejas de Jack Nicholson, premio al veterinario del gato de Schrödinger, que se rompiera la telaraña de los elefantes, te quepara entera en la boca y que la Justicia fuera ciega y no tan puta como la ramera de tu hermana.
Ojalá supiera conjugar el verbo caber… y lo conjugara en tu culo.

Y es que el mundo está hecho mal, si no que alguien me explique las pasas, Bieber o el PP.

Espero que mi sombra me sepa reemplazar, que no tuviera un micropene o los Beatles tropezaran en Abbey Road; que impere el silencio cuando preguntan por el médico de la sala.
Ojalá no confundiera tropezar con la misma piedra con terapia de choque.
Ojalá los abrazos te duelan y que ahorcarse y mear empalmado sean deporte olímpico.
Que hayas pasado por alto lo de mi micropene, que morir sea original y su recuerdo el origen… Ojalá viviera en la voz de Johnny Cash y las letras de Dylan.
Sabina monaguillo, Tarantino pacifista, Allen asperger y tu hermana inocente.
Que dejen de alumbrar la Caverna, que no pierda cuando aprendo a perder, que curaran a Lennon.
Buda un vicioso, Monroe con halitosis y un abrefácil sincero.
Blancanieves stripper; que dejaras, o compartieras las drogas.
Ojalá Madonna virgen, volvieran las hombreras, la República y los Soprano.
Facebook de pago, que el mal gusto pase de moda y que tu hermana te pegue el SIDA.

Ojalá le debiera más a Dios que a Nietzsche, visitara más “redactos” que “redtube”; brindis de cerdos, que la poesía trajera premios y no granos.
Buena idea: ser virgen a los 13 y la Iglesia pobre; Robin Hood de barcos y putas, Internet sin gatos, el Papa amordazado y carne en McDonalds.

Apunten, un gay homófobo, el rey con lepra, Wi-fi en el funeral de tu abuela y el desvío de la flecha de Guillermo Tell. Ojalá Elvis esté muerto, me quede bien el látex y el bigote hitleriano estuviera moda.
Ojalá cambiará mi megalomanía por una melancolía estándar y tu hermana no tuviera el cociente intelectual a la altura de las bragas.

Ojalá tu hermana no me resultara tan puta después de acostarse con mi padre, mi hermano y mi perro… a la vez.

Ojalá.



2 comentarios: