'Winkel'
Winkel
es nuestro perro muerto. Lo tenemos en el jardín, evaporándose al
sol. Me encantaría poder enseñártelo pero mejor será que no
vayamos a verlo ahora por el olor que desprende; aunque si te asomas
por la ventana puedes verlo entre el moho y los hongos. Si se mueve
no te asustes, es siempre por el viento. Yo puedo pasarme horas
mirando ese efecto óptico cuando no echan nada por la tele. Fíjate
en los escarabajos que le han anidado la nariz y el contraste entre
sus uñas amarillas y sus ojos verdes. En realidad se conserva
bastante bien para llevar dos años ahí, sigue teniendo el pelo gris
y aún le queda una oreja. A veces se me olvida que ya no está vivo
y le lanzo por la ventana las sobras del almuerzo, lo que explica los
espaguetis entre sus patas. ¡Ah! Y no te preocupes por los vecinos,
dejaron de notar el olor el Verano pasado, justo cuando se mudaron.
Mira, si afinas el ojo puedes verle los nidos de las golondrinas en
sus ingles. Estamos pensando en aprovechar eso para Halloween, ya que
pueden pasar por cuervos y asustar a los niños. En Navidades nos las
apañaremos también para vestirlo de Papá Noel o algo. Quizás
hasta los crucifiquemos por antojo de mi nieta 'para que salga guay
en la próxima actualización del Google Earth'. Por si te lo has
preguntado, el rabo se lo corté la semana pasada y lo tengo
guard¡Abuelo! ¡¿Con quién
estás hablando?! ¡Me envía mamá para preguntarte qué hace este
mechón de tu pelo en el salero!
El Milagro
Qué apuro cuando se me
presentó aquel ángel y me pilló masturbándome. En mi defensa diré
que tampoco debió sorprenderse tanto, ¿qué esperaba al
presentárseme un Martes a la tres de la madrugada en el baño?
Lógicamente yo intenté taparme pero resultó imposible con tanta
tanta luz y tanto viento celestial bajado del cielo; fue algo así
como darle las largas a un conejo (erecto). Además, no es que sea yo
muy sibarita, pero para mí que iba provocando. Con esa túnica
ceñida que le dejaba las piernas al desnudo, aquella voz, esas manos
finas... Joder, si es que las visten como putas. Y se supone que son
seres asexuados, ojo, que no asexuales, y uno además nunca fue un
ferviente devoto de la religión, más bien un vetado efervescente;
dándose así la fórmula idónea para seguir, disculpe mi lenguaje,
obrando mi propio milagro en el retrete y ante la mirada de aquel ser
celestial. De perdidos al río y del pecado al éxtasis. La verdad es
que no sé qué hizo mientras yo acababa, lo hacía con los ojos
cerrados y me lo imaginaba aplaudiendo a los pies de mis pantalones
por la rodilla. Lo cierto es que al abrir los ojos ya no estaba. Me
dejó, como buen acto religioso (o como si de una mujer se tratase),
cansado, manchado y en ridículo.
No obstante, si bien ya
parece ésta una historia surreal, el verdadero milagro fue, cuando a
la mañana siguiente, al hacer de vientre y leer el bote del champú,
había escrito en el lugar de los ingredientes: 'No te preocupes,
buscaremos a otro como nuevo mesías. Tú no dabas la
talla'. Y por eso, doctor, por eso mismo, es por lo
que he venido en busca de tratamiento quirúrgico, hasta Dios se ríe
de mi micropene.
Manué y Jozé
- Mare mía Manué,
mira la que viene por la esquina.
- No traigo las gafas
Jozé, ¿Quién, la rubia?
- Aro hombre, la
del escotazo y bolso blanco.
- Ojú Jozé, esa
va que chorrea. Qué barbaríá; con ese cuerpo me hacía
hasta creyente; pasaba yo la ITV y hasta la UCI.
- Pero mira qué cuerpo
Manué, te apuesto mil pesetas a que no lleva bragas. Qué
tetas Manué, pa
alimentá a una piara
entera ella sóla.
- Cállate Jozé
que creo que me estoy empalmando, que no me pasaba hace meses.
- ¡Milagro! ¡A tus
setenta y en pie! ¡Ahora levántate y anda; y de paso tráeme
tabaco!
- Ofú compare, que
no es broma, tengo los calzoncillos mojaos de tanto mirarla.
- Normá, si es que
cada día la visten más putas. Espera, que le digo algo: ¡Rubia!
¡Me van a salir a salir cayos esta tarde de tanto pensar en ti!
- Rápido Jozé,
déjame el abrigo que no aguanto má
- ¿Ahora?, ¿con los
cincuenta grado que hace Manué?
- Ahora mismo, que me la
echo por encima y me hago una paja, que no aguanto má. La
próxima ve te toca a ti.
- ¿Pero qué dice Manué,
si estamo en mitá de la plaza?
- Trae pa'acá Jozé, cago en dió.
- Trae pa'acá Jozé, cago en dió.
- Enga ya rápido
Manué, que ya no se tiene edad pa esto
. . .
- Acaba rápido Manué, a
ver si me da tiempo a mi también.
- Que se va Jozé,
dile argo, entreténla, que tardo dos minutos. Atráela un
poco que no la veo bien
- ¡¿Y qué le digo
Manué?!
- Grítale Jozé,
copón, pareces nuevo, dile algo bonito
- ¡¡¡Rubiiiia!!! ¡Hacía
gárgaras con tu coño! ¡Me corría hasta en tus hijos!
- ¡Sigue Jozé,
sigue, no pares!
- Ehh.. ¡Te metía hasta
la prótesis!
- ¡Ya Jozé, ya
acabó!
- Shh, que viene compare,
que viene, ¡tápate copón!
-
¿¡Pero es que no le da vergüenza!? ¿No es capaz de cortarse con
esos gritos ni con mis hijos delante, usted y su amigo el
rar...¡¡PAPÁ!!?
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