miércoles, 19 de noviembre de 2014

'Del Amor a la Ninfomanía sólo hay dos Dedos'


'Del Amor a la Ninfomanía hay dos Dedos'
 

Distancias
Estoy condenado como hombre a no poder intimar jamás con el amor de mi vida, resulto fatal en las distancias cortas: siempre me corro enseguida.
 

Juicio
'En mi defensa diré, señor juez, que siempre que voy buscando el amor, acabo follando con condón y sin dignidad.'

 

Alergia
Sólo en Primavera la puta moquea más por arriba que abajo.
 

Ninfomanía
Porque se vive peor con dedos de frente que con dos dedos en el coño.

 

Carta Antisuicidio
Habrá que vivir por amor hasta encontrarle sentido de verdad a la vida.

 

No hay

No hay amor para curar esta compañía
ni compañía que cure esta soledad.
No hay soledad sin depresión
ni ésta sin una melancolía
de un tiempo que nunca llegó.
Ya no hay libertad, ni miedo, ni vida;
no hay ni rezos, ni risas,
sólo rastros,
restos,
los rostros,
el perro sin el amo,
y el amo sin el dios.
Y entre tramos, tramas y trampas,
pactos y paces
ratas y rotos;
ya solo, ya sólo quedo yo.

 

Consejo de un Padre Ninfómano

Ahora que vuestra madre y yo tenemos la custodia compartida, aprovecharé esta media hora los Martes y Jueves que el juez me ha dado con vosotros para daros consejos de hombre a hombre. Antes de nada quiero que sepáis que no actuaré como el típico padre que quiere sacar lo mejor de sus hijos, de hecho lo único que quiero que saquéis de vosotros mismos es semen. Así que respirad en paz, esto no será un cursillo moralista donde se os dirá que nunca aceptéis un 'no' por respuesta, aunque eso incluya al sexo anal. Sin más preámbulos (no somos mujeres): Hijos míos, hay que cuidar el amor. Y es que el amor, aparte del placebo de la soledad, es la manera más barata de encontrar sexo. Y hay que ser bueno en el sexo, ya sabéis que no es más hombre quien más usa la mente sino quien mejor usa los dedos. Esto debéis pillarlo cuanto antes, debéis aprender de vuestro padre (para eso estoy), que la primera vez que se comió un coño se paró a preguntarle a la fémina si se comía o se chupaba. No os dejéis engañar, recordad siempre que en el amor hay que meter literalmente de todo menos la pata; que hasta al nihilista se le convence con sexo. Y si queréis un consejo, para cotejar a la mujer sólo hace falta un piropo sincero (una mentira creíble), como el que me valió a mí para trincar a vuestra madre: 'Carmela, sabes que yo te quiero de verdad, con el amor por delante y el pellejo para atrás'.  Y en cuanto al sexo, y con esto acabo (me espera una de vuestras madrastras), sólo tenéis que aprender a manejar dos técnicas: la de la autocompasión, y la de regatear el precio.

¡Hasta el Jueves!

 

 

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